viernes, 9 de enero de 2015

Caravana (7) Mediados de junio 1967





      Igual que a Rick, también a mí me gusta ver cómo el sol da a estas horas en la parte de atrás de la casa.
 
     He empezado a pintarla sobre un lienzo horizontal - 70 x 50, tres mil quinientos centímetros de área y doscientos cuarenta de perímetro para intentar contener la envoltura de un universo esférico, enorme y rosa -. El resto de colores van brotando de la música que casi cada tarde escapa por las ventanas abiertas. Aunque todavía esté lejos de ser mi obra maestra, la imagen se va perfilando fluida como una rapsodia.

      - ¿A punto para el sótano, Nar?

  La pregunta resuena a mis espaldas, rompiendo mis divagaciones futuristas.

      - Hola, Robbie. Me has asustado …
    - No era mi intención. Sólo venía a decirte que esta tarde puedes bajar a escucharnos. Dylan ha dicho que te quiere conocer.

      El pincel se me cae de la mano, el óleo forma una mancha azul sobre la hierba. Robbie se queda mirándola un par de segundos y compone una mueca que acaba derivando en media sonrisa. Luego, dándome la espalda, se dirige hacia la entrada de la casa y vocea:

      - ¡No vengas antes de las siete!

      Las siete    :-:
      siete, menos cuatro  =  tres    :-:
      tres palabras  ~  la llave del tesoro    :-:


                               Dylan  quiere  conocerme  *






1 comentario: