Del sótano emana una luz entre marina y
ocre. Me detengo unos instantes a contemplarla desde el primer
peldaño de la escalera. Han terminado con Belshazzar
y están decidiendo cuál va a ser la siguiente canción. Robbie
menciona un par de títulos de Sun Records y Rick bromea sobre uno de
ellos, mientras la guitarra acústica de Dylan se va abriendo paso
entre las risas: una sucesión simple de acordes y un tarareo
jubiloso en los que poco a poco van quedando ensamblados el resto de
voces e instrumentos.
Lo que escucho mientras, de puntillas,
voy descendiendo hacia ellos peldaño a peldaño es una tonada como
de bandoleros, acunada sobre un ritmo perfecto para ser llevado en
semicírculo por una banda de camaradas que tocan al compás de un
latido común. Arropados por la cualidad hipnótica de la melodía,
no parecen darse cuenta de que me he sentado en una esquina y les
estoy escuchando desde el suelo, con la respiración contenida y los
ojos abiertos de par en par -como si estuviéramos bajo el agua, me
sorprendo pensando-. De pronto, mientras lentamente van poniendo fin
a la canción, Dylan se da la vuelta y me clava la mirada:
- Así que tú eres Nar.
- Sí, hola a todos -digo poniéndome en
pie-. Gracias por invitarme a estar aquí ...
- Bueno, parece ser que para instalarte
fuera no te hizo falta invitación … Y esa caravana tan reluciente
ya es como si formara parte del paisaje, ¿no?
- Espero no molestar a nadie ...
- ¿Fuera o aquí abajo? Ya lo veremos.
De momento, puedes quedarte en el suelo o pillar una silla, como
prefieras. Garth, ¿preparado para grabar la siguiente? -le pregunta
a Hudson volviendo a darme la espalda.
- Todo listo -contesta Garth-. Pero ¿qué
pasa con Richard? ¿Subo a buscarlo?
- Déjalo dormir, de momento no necesitamos ni
piano ni batería. Vamos a por algunas de las que comentabais antes ... ¿Qué tal si empezamos con I
forgot?
Pero más onda Cash que Elvis, ¿de acuerdo?
Garth conecta la grabadora y Robbie
arranca con un breve punteo eléctrico, seguido por el bajo, el
órgano y la acústica dando entrada a una larguísima primera sílaba
que Dylan arrastra como resignándose a la persistencia del recuerdo:
I forgot to remember to forget
her
I can't seem to get her off my mind
I thought I'd never
miss her
But I found out somehow
I think about her almost all
the time.
The day she went away
I made
myself a promise
That I'd soon forget we ever met
...
Y
yo estoy aquí para escucharlo, con la
espalda apoyada en la pared, sonriendo ... Y prometiéndome justo lo contrario.