Soy consciente de haber escrito hace
ya mucho tiempo que después del verano del 67 -los días de Big
Pink- no volví a tener contacto directo con Dylan. Disfrazar la
realidad para incrementar el patetismo es una opción acreditada por
milenios de historia literaria y un recurso de gran eficacia en el
terreno del documental y sus afluentes, tal como nos acaba de
demostrar Scorsese en su “alchemic mix of fact and fantasy”
difundida a través de Netflix. Con todo, a fin de cuentas, “rolling
thunder” es una imagen que para los nativos norteamericanos
significa “decir la verdad”, y a Dylan le encantó saberlo -según
ha contado Larry Sloman-. Ahora, 2019, yo quiero contar la mía como
integrante de aquella caravana hecha de música, atribuyéndome esa
misma libertad para imbricar lo vivido y lo soñado, el ideal y la
memoria, lo que pasó y lo que pudo haber sido.
Esta primavera, mientras los medios
se iban llenando de imágenes de colores inventados -la del cartel de
Netflix, las que vendrían a componer el booklet
de la colección de
CDs de la RTR, y tantas otras-, lo que hice a la espera de que
llegara el mes de junio para conocer lo que Scorsese y las Booglet
Series
habían hecho con ese fragmento de pasado compartido con Dylan fue
volver a releer, una y otra vez, aquel cuaderno de tapas marrones que
él me había regalado en 1967, cuando instalé mi caravana durante
unos meses a las puertas de Big Pink. Para decirme adiós, en la
última página había escrito una especie de bienvenida anticipada,
rodeándola de cuatro esquemáticos y a la vez proféticos dibujos.
Sonrío al mirarlos esta tarde, mientras escucho cómo This
Wheel's On Fire
se enlaza con Hurricane
y luego con All
Along The Watchtower
en la cuarta toma del segundo disco de los recién publicados
The
RTR: The 1975 Live Recordings,
que recoge parte de lo ensayado el 21 de octubre de aquel año en los
Studio Instrument Rentals de Nueva York. La voz de Dylan, suturando
pasado(s) y presente(s) con el hilo del violín de Scarlet Rivera,
hace cicatrizar una vez más las heridas del tiempo.
If your
mem'ry serves you well,
we were
goin’ to meet again and wait ...