Al regresar de uno de mis habituales
paseos hasta el arroyo, encuentro a Rick sentado en la escalera de la
caravana. Está cantando una canción que no conozco, no me ha oído
llegar y yo espero a que termine para empezar a aplaudir.
- ¡Bravo!
- Hola, Nar. Me he venido aquí un rato
con la guitarra, me gusta ver cómo da el sol a estas horas en la
parte de atrás de la casa. Ya me iba ...
Le ofrezco un café, y cuando entro
a prepararlo me sigue y se queda de pie junto a las estanterías,
curioseando. Ha dejado su guitarra al sol.
- Mucho papel para un sitio tan pequeño
-comenta.
- Bueno, es mi mundo. Los músicos vivís
entre instrumentos, y quienes escribimos tendemos a acumular libros y
cuadernos. Será porque nos gusta rodearnos de objetos con los que
podamos llevarnos bien.
- Sí, supongo, aunque eso a veces hay
que currárselo. Ayer
bajamos la batería y el piano, ocupaban mucho espacio arriba, y
además le estamos cogiendo el gusto a tocar en el sótano, aunque lo
tenga todo en contra para sonar bien: paredes de bloques de hormigón
y suelo de cemento, el lote completo de un puto garaje, más una
caldera de acero que hace un ruido de la hostia. Se nos ha ocurrido
poner una alfombra, por probar. Si no sirve de nada, por lo menos
hará que Hamlet se sienta más cómodo, como dice Dylan.
- Tengo la impresión de que
últimamente está viniendo a veros cada vez con más frecuencia.
- Sí, es verdad, dice que le gusta esta
casa rosa y en lo que la estamos convirtiendo... Además, tocar
juntos en la suya resulta más complicado, sobre todo con los niños
alrededor.
- ¿Crees que podría bajar a escucharos
algún rato? Suelo hacerlo desde el exterior, pero sería estupendo
sentarme alguna tarde en una esquina del sótano...
- Por mí no hay problema, pero no sé
qué dirían Dylan y Robbie. Si quieres, les puedo preguntar.
- No sabes cuánto te lo agradecería.
Prometo no molestar.
- Ya te diré algo. Ahora me piro.
Gracias por el café.
- Oye, ¿qué es lo que estabas tocando
cuando llegué?
- Una canción a la que ando dándole
vueltas, no está terminada. Tiene que ver con el cansancio de
esperar, o algo así. ¿Te ha gustado?
- Mucho, Rick. Yo sé bien qué es la
impaciencia.
Me dices algo pronto, ¿vale?
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